El 4to día fuimos a la mañana a la misa de Pascua y luego decidimos ir a Pamplona por el camino de Santiago. En la ruta empezó a nevar a lo loco, entonces paramos a comer en un restaurante rutero al paso. Era un lugar de timba, lleno de viejos jugando a las cartas y olor a cigarrillo. Pero se comian unas tortillas de papa y unos sanguches de jamon crudo buenísimos. Cuando terminamos de almorzar la tormenta de nieve era mas fuerte asi que decidimos no ir a Pamplona y volver a Vitoria para pasear por ahi.
El paisaje cambió mucho, porque estaba todo cubierto de nieve. Muy pero muy lindo, pero con un ofri que te pelaba la cara. Paseamos por el paseo de la Florida, donde había unas mansiones enormes. Quisimos ir al museo de Bellas artes pero estaba cerrado. Despues fuimos al museo de Arte Moderno. Había una actividad en la que se podía participar pintando tu huella digital en una de las paredes del museo. Nos pintaron el dedo gordo con barro y estampamos nuestra huella digital en la pared. Después recorrimos el museo, que no era nada del otro mundo. Nos llamó la atención que había una sala con objetos de todo tipo, cual feria americana (cacharros, biromes, encendedores, pañuelos, radios rotas, carteras, abrigos viejos, libretas, cassetes, etc) . Uno podía elegir cualquier objeto de los que estaban expuestos y llevarselo a su casa, pero a cambio tenías que dejar una pertenencia propia. Clelia dejó una birome y un lápiz y se llevó a cambio un bowl de cerámica pintado a mano. Era una especie de club del trueque.
